El té de romero con laurel está ganando protagonismo no solo en las cocinas, sino también en las rutinas de bienestar natural, por sus múltiples beneficios para la mente y el cuerpo.
Una mezcla con poder
El romero (Rosmarinus officinalis) y el laurel son hierbas comunes en la gastronomía, pero cuando se combinan en una taza caliente, ofrecen un cóctel de propiedades que van mucho más allá del sabor. Estudios señalan que el romero tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos y ansiolíticos, ayuda a equilibrar las bacterias intestinales, mejora la digestión y fortalece la memoria. También se le atribuyen beneficios para reducir la migraña y facilitar la concentración.
El laurel, por su parte, aporta vitaminas A y C, calcio, hierro y magnesio. Es antioxidante, digestivo y ayuda a combatir la hinchazón estomacal. Juntos, hacen un equipo ideal para quienes buscan un impulso natural al sistema inmunológico y al estado de ánimo.
¿Cómo se prepara?
Hervir una taza de agua, añadir una cucharada de romero fresco o seco y cuatro hojas de laurel. Dejar reposar 10 minutos, colar y beber caliente. Puedes agregar un poco de miel o el jugo de medio limón si prefieres un sabor más suave o cítrico.
¿Cuándo tomarla?
La mejor hora para beber este té es en la mañana, con el estómago vacío, para que el cuerpo absorba mejor sus propiedades. Algunos también lo toman antes de dormir, como un calmante natural que ayuda a conciliar un sueño reparador.
Aval científico
Según un estudio publicado en la National Library of Medicine (EE.UU.), el romero puede ser un aliado terapéutico para trastornos del sistema nervioso, gracias a sus compuestos activos que favorecen el bienestar mental y emocional.