La sexualidad en ancianos es a menudo considerada un tema tabú, a pesar de los numerosos beneficios que aporta la práctica de sexo en la tercera edad.
A medida que las personas envejecen, pueden dejar de lado la actividad sexual debido a la pérdida de deseo, problemas sexuales como la sequedad vaginal o la impotencia, y preocupaciones sobre su salud.
El bienestar sexual está estrechamente ligado a la salud en general, pudiendo ser afectado por factores como enfermedades crónicas, cambios relacionados con la edad, medicamentos y cirugías. Alteraciones en la función sexual pueden ser causadas por ciertas cirugías y medicamentos, como los utilizados para la presión arterial o la depresión. Cambios en el cuerpo, como niveles hormonales, daños nerviosos y pérdida ósea, también influyen en la salud sexual. Sin embargo, especialistas en Andrología recomiendan mantener relaciones sexuales en la tercera edad debido a sus múltiples beneficios:
1. Previene enfermedades cardiovasculares y disminuye el riesgo de hipertensión.
2. Ayuda a reducir las probabilidades de cáncer de próstata en hombres.
3. Mejora el flujo sanguíneo, beneficiando al corazón y reduciendo problemas cardiovasculares.
4. Libera hormonas como endorfinas y hormonas del crecimiento, que afectan positivamente la piel.
5. Calma el dolor, ayuda al descanso y mejora la calidad del sueño.
Además, los problemas de impotencia tienen soluciones como medicación oral, inyecciones peneanas, tratamientos innovadores con ondas de choque o PRP, bombas de vacío y prótesis de pene.
Es fundamental disfrutar del sexo en la tercera edad y buscar ayuda especializada para encontrar soluciones a posibles dificultades, sin privarse de los beneficios que esta actividad puede brindar.