El punto de vista del narrador en un texto se refiere a la perspectiva desde la cual se cuenta la historia. Es una elección fundamental del autor, ya que determina qué información se transmite al lector, cómo se interpreta y cuánto se sabe sobre los personajes y los eventos.
A continuación, te explico los tipos principales de punto de vista:
1. Narrador en primera persona: Usa pronombres como “yo” o “nosotros”. Ejemplo: Salí corriendo cuando escuché el disparo.
2. Narrador en segunda persona (menos común): Usa el pronombre “tú”, como si hablara directamente al lector o a sí mismo. Ejemplo: “Entras a la habitación y sientes que algo no anda bien”.
3. Narrador en tercera persona: Se divide en dos variantes principales:
Narrador omnisciente: Conoce todo lo que sucede, incluso los pensamientos y emociones de todos los personajes. Ejemplo: Juan pensaba en su madre mientras Ana, al otro lado de la ciudad, lloraba en silencio.
Narrador limitado o focalizado: Cuenta la historia desde la perspectiva de un solo personaje (aunque en tercera persona). Ejemplo: “Juan no entendía por qué Ana había desaparecido sin avisar”.
Conocer el punto de vista del narrador es importante, ya que define la relación entre lector y personaje y controla el flujo de información y el suspense.
En una historia, el punto de vista del narrador es clave para construir el sentido, la emoción y la estructura de una narración.

Hansel y Gretel
“Cuando los niños se durmieron, la madrastra dijo al leñador:
—Mañana temprano los llevaremos al bosque, donde está más espeso. Les daremos un pedazo de pan a cada uno, y luego seguiremos con nuestro trabajo. Los dejaremos solos y no encontrarán el camino de regreso a casa.
El leñador se sintió profundamente angustiado, y su corazón se llenó de tristeza. “¡Qué injusto es abandonar a mis propios hijos en el bosque!” pensó. Pero la mujer no quiso escuchar sus quejas, y lo obligó a obedecer, diciéndole que no tenían otra salida si querían sobrevivir”.
Explicación:
El narrador de este cuento es omnisciente en tercera persona, lo que significa que no es un personaje de la historia, pero lo sabe todo: lo que hacen, dicen, piensan y sienten los personajes. En este fragmento, el narrador nos permite saber lo que la madrastra planea cuando los niños están dormidos. Los propios niños no escuchan este diálogo, pero el narrador nos lo revela, lo que es típico del narrador omnisciente.
Este tipo de narrador es común en los cuentos tradicionales como los de los Hermanos Grimm porque permite contar toda la historia desde un punto de vista superior, incluyendo tanto las acciones como las intenciones ocultas de los personajes.

Hermanos Grimm
Jacob Grimm (1785–1863) y Wilhelm Grimm (1786–1859), conocidos como los Hermanos Grimm, fueron dos filólogos, lingüistas y escritores alemanes famosos por haber recopilado y popularizado cuentos tradicionales del folclore alemán y europeo. Nacidos en Hanau, en el actual estado de Hesse, ambos estudiaron Derecho en la Universidad de Marburgo, pero su pasión por la lengua, la literatura y la cultura popular los llevó a dedicarse a la investigación lingüística y a la recopilación de relatos orales.
En 1812 publicaron su obra más famosa, “Cuentos de la infancia y del hogar” (Kinder- und Hausmärchen), una colección de cuentos que incluyó versiones de historias tan conocidas como Blancanieves, Hansel y Gretel, Cenicienta y La Bella Durmiente. Aunque originalmente recogidos como material de estudio folklórico, los cuentos fueron adaptados con el tiempo para un público infantil.
Además de su trabajo con los cuentos, Jacob y Wilhelm hicieron importantes aportes al estudio de la lengua alemana. Jacob desarrolló la conocida “ley de Grimm”, una observación sobre la evolución de los sonidos en las lenguas germánicas, y ambos participaron en la redacción de un ambicioso diccionario del alemán.