Cuando leemos una historia o cualquier tipo de texto, muchas veces los personajes sienten cosas que no se dicen directamente, pero que podemos descubrir si prestamos atención. Las emociones suelen esconderse en las palabras que se usan, en las acciones que realizan los personajes y en la forma en que se describen las situaciones.
Para identificar lo que sienten los personajes, es importante fijarse en las palabras que describen sus sentimientos, como por ejemplo “alegre”, “triste”, “asustado” o “furioso”. También podemos encontrar pistas en cómo actúan: si un personaje se echa a llorar, probablemente está triste; si grita o lanza cosas, tal vez está enojado.
Las expresiones físicas también ayudan: si alguien tiene “el corazón acelerado” o “las manos temblorosas”, podría estar nervioso o con miedo. A veces, el texto menciona si alguien “sonríe de oreja a oreja”, lo cual nos indica que está feliz.
El ambiente o la situación también nos dice mucho. Una escena en un hospital o una despedida puede transmitir tristeza, mientras que una fiesta o un reencuentro familiar probablemente evoque alegría.
Además, el narrador a veces usa un tono que sugiere cómo debemos sentirnos: un tono oscuro o tenso puede hacernos pensar en miedo o peligro, mientras que un tono entusiasta transmite felicidad y emoción.
Un dato para que puedas identificar las emociones de un personaje sería fijarse en sus gestos o reacciones, ya que los textos a veces describen expresiones físicas.
Por ejemplo:
-Tenía los ojos llenos de lágrimas (tristeza)
-Saltó de alegría (felicidad)

Orgullo y prejuicio
“En esta expresión, sin embargo, no había ni humildad ni duda. Su aire era de seguridad y confianza, lo que, al instante, encendió en ella un vivo resentimiento. Se levantó, por consiguiente, y con voz algo agitada le respondió que, a pesar de los sentimientos que se había dignado manifestarle, no podía aceptar su propuesta. Mr. Darcy, cuya sorpresa era evidente, se miró por un momento incapaz de articular palabra; finalmente, con una voz que luchaba por contener su mortificación, le dijo:
—¿Y esta es toda su respuesta? ¿Está usted decidida a rechazarme sin siquiera considerar las consecuencias para su familia?
Elizabeth, con las mejillas encendidas y la respiración agitada, replicó con firmeza:
—Sí, señor. He considerado su propuesta con la atención que merece. Quizás habría podido ser persuadida a sentir gratitud por sus sentimientos, si usted los hubiese expresado de forma más amable. Pero ha hablado usted de mí con arrogancia y desdeño, sin ocultar cuán inferior me considera respecto a usted, y sin pensar en que al herirme me alejaba para siempre. No solo rechazo su oferta, sino que me asombra que haya podido imaginarla aceptable para mí.
En estos dos párrafos se perciben emociones como el resentimiento, indignación, orgullo herido y determinación, todo ello reflejado en l a reacción de Elizabeth y en el tono herido, pero aún altivo, de Darcy.

Jane Austen
Fue una reconocida novelista inglesa, célebre por sus agudas observaciones sociales y su estilo irónico. Nació el 16 de diciembre de 1775 en Steventon, Hampshire, en el seno de una familia numerosa y culta. Comenzó a escribir desde joven y, aunque publicó sus obras de forma anónima, logró gran reconocimiento póstumo.
Entre sus novelas más destacadas se encuentran Orgullo y prejuicio, Sentido y sensibilidad, Emma y Persuasión, donde retrata con elegancia y humor la vida de la clase media rural inglesa, enfocándose en los roles de género, el matrimonio y la economía. Su estilo refinado, sus diálogos brillantes y su crítica social la han convertido en una figura clave de la literatura universal.
Falleció el 18 de julio de 1817 en Winchester, a los 41 años, dejando un legado literario que sigue influyendo en escritores y lectores de todo el mundo.