La tranquilidad de la calle 13 en la barriada Monterrico se quebró en mil pedazos cuando la muerte llegó sobre cuatro ruedas. Eran pasadas las 11:00 p.m. del lunes cuando el silencio fue interrumpido por un vehículo que se detuvo frente a una residencia.
Dentro, Anel Alexis Bethancourt, de 48 años, estaba en su hogar. Pero la noche tenía otros planes para él. Sin previo aviso, hombres armados descendieron del auto. En cuestión de segundos, los disparos retumbaron en todo el sector. Bethancourt fue alcanzado por varias balas. Su cuerpo cayó gravemente herido.
En medio del caos, y con la esperanza de salvarle la vida, fue subido a un taxi particular que lo trasladó hasta el hospital Irma de Lourdes Tzanetatos. Los esfuerzos médicos fueron en vano. El deceso fue confirmado poco después.
Los investigadores no tardaron en llegar al escenario del crimen. La escena era clara: se trató de una ejecución planificada. La víctima, de acuerdo con informes oficiales, tenía antecedentes delictivos, un dato que no pasó desapercibido para las autoridades, que ahora perfilan la posibilidad de un ajuste de cuentas.
Hasta el momento no hay detenidos. La Policía rastrea las cámaras del sector y busca el vehículo utilizado por los homicidas. Vecinos, aún nerviosos por la violencia desatada, afirman que los pistoleros actuaron con precisión y escaparon sin dejar huellas.
Monterrico quedó marcado por otra noche en la que el miedo se apoderó de sus calles. La investigación sigue abierta.