En un abrir y cerrar de ojos, La Chorrera quedó de luto.
Una adolescente de apenas 15 años, con síndrome de Down, falleció la tarde del jueves en la Piscina Municipal del corregimiento de Barrio Balboa, mientras participaba en una rutina de práctica de natación.
Testigos contaron que todo pasó demasiado rápido. La joven, llena de energía y entusiasmo, había salido del agua y caminaba entre sus compañeros como si nada, cuando de pronto cayó al suelo… sin decir una sola palabra.
Su entrenadora, visiblemente afectada, intentó reanimarla con maniobras básicas junto al personal del equipo municipal. Llamaron al 911 de inmediato, pero el tiempo fue implacable.
Cuando llegaron los paramédicos, ya no había nada que hacer: la menor no presentaba signos vitales.
La noticia corrió como pólvora. Vecinos, padres de familia y amigos expresaron su dolor en redes sociales. Muchos la describieron como una jovencita alegre, comprometida, con un corazón enorme y un futuro brillante en el deporte.
Las autoridades ya iniciaron una investigación para determinar qué provocó el repentino colapso. No se descarta que haya sido un paro cardíaco o alguna condición preexistente.
Mientras tanto, la comunidad de Barrio Balboa guarda silencio. Ese mismo silencio que quedó flotando en el aire tras la tragedia.