La joya natural de Isla Iguana, ubicada en la provincia de Los Santos, fue escenario de un tenso momento que alteró la tranquilidad del paraíso. Este espacio, protegido desde 1981 y rodeado por más de 40 hectáreas de arrecifes de coral, es uno de los tesoros del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP).
Pero no todo fue brisa marina y canto de aves. En días recientes, un incidente protagonizado por una unidad policial y un operador turístico dejó una mancha en la imagen de este santuario ecológico. El hecho, difundido ampliamente en redes sociales, mostró un comportamiento poco cordial del agente hacia un guía local que ofrecía servicios a turistas.
La situación no pasó desapercibida. El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), entidad que coordina junto a guardaparques, lancheros y la Policía Nacional, manifestó su rechazo a lo ocurrido. “No compartimos actitudes que vayan en contra de los valores del servicio público”, expresaron en un comunicado.
La relación entre operadores turísticos y autoridades ha sido esencial para mantener segura y protegida la isla. Los turistas, tanto locales como extranjeros, visitan la zona en busca de naturaleza pura, avistamiento de aves y corales vírgenes.
MiAMBIENTE enfatizó la necesidad de promover la cordialidad y el respeto entre todas las partes involucradas. Un mal gesto puede alejar al turismo y empañar años de trabajo colaborativo en pro del ecosistema.
Hoy más que nunca, la isla necesita ser ejemplo de armonía, no solo entre especies, sino también entre quienes la cuidan y quienes la muestran al mundo.