El hallazgo de una menor panameña en territorio ecuatoriano puso a sonar las alarmas en el país. La Policía Nacional, en conjunto con el Ministerio Público, activó una investigación de oficio tras conocerse que una menor oriunda de Panamá fue ubicada en Ecuador, en un contexto que apunta a un caso de presunta trata de personas.
La situación se complicó aún más con la aprehensión de un adulto vinculado al caso. Esto llevó a las autoridades a actuar de inmediato y trasladar las diligencias al terreno local, específicamente a El Valle de Antón, en la provincia de Coclé, donde se ejecutó un allanamiento clave.
Durante la operación, desarrollada por la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), se decomisaron documentos, dispositivos electrónicos y otros indicios relevantes que podrían arrojar luz sobre la posible existencia de una red de explotación o delitos sexuales relacionados con menores.
Pero lo más impactante ocurrió en medio del operativo: se ubicaron a seis menores de edad que, por su condición de riesgo social, fueron trasladadas de inmediato bajo custodia del Senniaf (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia), en un procedimiento que contó con el respaldo de la Policía de Niñez y Adolescencia y la ONG internacional OURrescue, especializada en rescates de víctimas de trata.
Aunque las autoridades mantienen en reserva los detalles específicos del caso por tratarse de menores, confirmaron que las investigaciones continúan y que no se descarta la existencia de más personas involucradas o incluso un posible tráfico transnacional de menores.
El Ministerio Público sigue recabando pruebas y analizando los dispositivos decomisados para esclarecer cómo y por qué una menor panameña terminó en otro país, y si hay una estructura criminal operando desde suelo nacional.
El caso ha generado gran preocupación en la ciudadanía, mientras organizaciones defensoras de los derechos infantiles piden más controles, vigilancia comunitaria y educación preventiva para detectar señales de abuso o captación de menores.