Con una multitudinaria y contundente movilización que partió desde el estacionamiento de la Facultad de Humanidades hasta la emblemática rotonda del Monumento a los Mártires del 9 de Enero, la Universidad de Panamá volvió a convertirse en epicentro de la lucha social y de la defensa de los intereses nacionales.
Desde tempranas horas del día, estudiantes, docentes, administrativos y egresados de la principal casa de estudios superiores del país, marcharon bajo una sola bandera: la panameña.
Universidad de Panamá realiza marcha pacífica exigiendo respeto a la soberanía nacional y a la autonomía universitaria @JoseRaulMulino1 @policiadepanama pic.twitter.com/AfNAPKF0GW
— Universidad dePanamá (@UNIVERSIDAD_PMA) May 6, 2025
La caminata, encabezada por el rector Eduardo Flores Castro y su equipo administrativo, inició puntualmente a las 9:00 a.m. en el campus central Octavio Méndez Pereira, sumando a su paso delegaciones de diversas facultades y extensiones universitarias del país.
Las calles resonaron con consignas como “¡Esta patria no se vende, esta patria se defiende!”, que reafirmaron la postura de la comunidad universitaria en defensa de la soberanía nacional y la autonomía institucional. Se calcula que aproximadamente 15 mil personas participaron en la movilización, que se replicó de manera simultánea en distintos centros regionales.
Una vez en la Avenida de los Mártires, el rector Flores Castro dirigió un enérgico discurso en el que recordó el histórico papel de la Universidad de Panamá como defensora de la nación en momentos cruciales.
Evocó luchas emblemáticas como las de 1964, cuando se exigió la soberanía total sobre el Canal; en 1967, cuando los universitarios rechazaron en las calles el Tratado 3 en 1 que pretendía abrir un canal por Darién mediante explosiones nucleares; y en 1968, cuando se opusieron al golpe militar pese a pagar el precio de un cierre de ocho meses.
El rector también destacó el rol de la universidad durante la cruzada civilista de los años 80, la oposición a la reforma catastral en 2017, las protestas contra el aumento de la tarifa eléctrica en 2018, y el rechazo a los cambios constitucionales de 2019 que amenazaban con debilitar la educación pública.
Fue puntual al exigir respeto a la soberanía nacional. Instó a la Corte Suprema de Justicia a declarar nulo el polémico Memorando de Entendimiento entre Panamá y Estados Unidos, al considerar que viola el Tratado de Neutralidad. Igualmente, reafirmó el rechazo universitario a la controvertida Ley 462, al igual que a cualquier intento de reabrir la mina de Cobre Panamá.
En su intervención final, Flores hizo un llamado a la dignidad y al compromiso:
“La Universidad de Panamá no es enemiga del pueblo. Es su voz. Somos la voz de los que no tienen voz. No somos delincuentes. Un universitario unido jamás será vencido”, concluyó ante los aplausos de los presentes.
La movilización de la Universidad de Panamá no solo fue una demostración de fuerza, sino también un mensaje claro: la defensa de la soberanía, la democracia y los derechos sociales sigue siendo una bandera irrenunciable para la comunidad universitaria.