“Cuando sentimos este estruendo y supimos que teníamos que bajar, que era aquí, era nuestra torre… yo pensé que era en el edificio del frente. Me asomé por la ventana y mi esposa me dijo que teníamos que evacuar”, así comenzó el relato del chef Alexis Sittón, con los ojos llenos de lágrimas, recordando el momento en que la explosión en el Alsacia Towers, a las 3:00 de la madrugada, cambió la vida de varias familias.

Mientras bajaba con su esposa y su hija por la escalera de emergencia, se encontró con una escena difícil de borrar. “En la escalera de emergencia me encuentro con la familia, me encuentro con la señora, con Ámbar, con Ian, el niño… y pues por la situación en cómo estaba el humo, el agua y el efecto que ellas tenían, yo no las reconocí, reconocí a Ian”.
El miedo se mezclaba con la confusión. “El mar de gente estaba evacuando, como se debe hacer, pero no se dieron cuenta de que ellos eran los afectados. Dentro de su cara desorbitada por lo que acababan de pasar… Ámbar, una mujer luchadora, logró sacar a su familia de ese apartamento”.
Fue ahí cuando comprendió la magnitud del horror. “Yo sentí que vi una cara conocida. Cuando vi al niño, supe que el papá no estaba ahí y que ellas eran las afectadas. Le dije a mi hija que rezara, que no viera nada, y empecé a hablar con Ámbar. Los vecinos valientemente se detuvieron”.
“Me llevé a la abuela en brazos”
Entre el caos, el humo y el llanto, Sittón y otros vecinos se organizaron para ayudar. “Le decía a Ámbar que teníamos que seguir adelante, que no nos podíamos quedar ahí. Ella estaba atontada. Entre los vecinos logramos cargar a cada uno. Yo tenía a mi hija de lado… el niño me reconoció, intentó irse conmigo, pero mi hija no quería desprenderse de mí. Me llevé a la abuela en brazos, como si fuese su apoyo”.
Uno de los vecinos tuvo una idea que terminó salvándolos. “A un vecino se le ocurrió la idea de evacuarlas por el elevador, que todavía estaba funcionando, porque ellas no podían seguir caminando. Un vecino la cargó, y después logramos evacuar al niño entre el vecino Juan y yo… más Juan que yo, siendo honesto”.
Tres vidas en riesgo
El estallido dejó gravemente heridas a tres personas: una mujer de 37 años, con el 70% del cuerpo quemado; su madre de 62, con el 40%, y el pequeño Ian Franco Cuervo Guelfi, de 9 años, con el 21%.
El niño permanece en el Hospital del Niño, mientras que las dos mujeres están en la sala de quemados del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid, en condición delicada.
“Hay 15 familias que no tienen a dónde llegar”
Hoy, Alexis no solo recuerda el susto, sino que hace un llamado de solidaridad. “Hay 15 familias que no tienen a dónde llegar. Comuníquense con Cheryl, presidenta de la Junta Directiva, al 6467-6918. El resto del dinero lo utilizaremos para que la familia pueda salir adelante y comenzar de nuevo".
Su testimonio es un recordatorio de humanidad en medio de la tragedia: un gesto que demuestra que, incluso cuando el fuego arrasa, siempre hay manos dispuestas a ayudar.