Después del fracaso de la construcción del Canal de Panamá en manos de los franceses, se creó “La Nueva Compañía del Canal de Panamá” para vender lo que habían avanzado y poder sacarle alguna ganancia.
Esta misión fue llevada por el ingeniero del canal francés, Philippe Bunau Varilla. Viajó a los Estados Unidos para convencer a los políticos de comprar la nueva compañía y construir el canal por Panamá. Philippe también era accionista en la nueva compañía, así que si se vendía, amasaría una fortuna.
Poco después, en Panamá (aún siendo parte de Colombia), un grupo de personas se estaba organizando para separar a Panamá de Colombia y negociar el canal ellos mismos. Se llamaban “Los Conjurados”. Uno de ellos, Manuel Amador Guerrero, fue enviado a los Estados Unidos para buscar seis millones de dólares y obtener su respaldo para la separación.

En la habitación 1162 del Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, Manuel Amador Guerrero y Philippe Bunau Varilla estaban reunidos. Manuel Amador estaba abatido ya que fue a los Estados Unidos para buscar dinero y respaldo para la separación de Panamá, pero no lo había logrado hasta el momento. Philippe escuchó a Manuel Amador hablar de cómo el intento de la separación estaba llegando a su fin, pero vio una oportunidad.
Le dijo a Manuel que él, personalmente, conseguiría el apoyo de los estadounidenses para la separación y que le daría cien mil dólares de su bolsillo, siempre y cuando lo nombraran Ministro Plenipotenciario, que significa que sería el representante de Panamá internacionalmente y tendría plenos poderes para hacer acuerdos.
Manuel Amador accedió. A los días, nos separamos de Colombia con el respaldo de los Estados Unidos.
Pero Philippe aprovechó para reunirse con los estadounidenses acerca de Panamá, sin ningún panameño presente. Negoció un tratado en el cual los estadounidenses comprarían la nueva compañía francesa del canal y se encargarían de construir el canal y operarlo. Pero a cambio, Estados Unidos se quedaría con un pedazo de Panamá.
Era un territorio que se extendía desde el inicio hasta el final de la ruta del canal, cinco millas a cada lado. Este territorio, en toda la mitad de Panamá, se entregaría a los estadounidenses y ellos podrían actuar en ella “como si fueran soberanos” a perpetuidad, es decir, para siempre. Este lugar se conoció como la Zona del Canal y se convirtió en una especie de país dentro de otro país.

Este tratado en el cual se le daba a los estadounidenses la Zona del Canal fue firmado por Philippe Bunau Varilla (quien no había estado en Panamá por muchos años) y John Hay, Secretario de Estado de los Estados Unidos, y lo conocemos en la historia como el Tratado Hay-Bunau Varilla.
Una delegación panameña estaba en camino a ver el tratado, pero cuando llegaron, era muy tarde. Lo habían firmado algunas horas antes que llegaran.
Eventualmente, los estadounidenses llegaron a Panamá y tomaron el control de la Zona del Canal. De ahí en adelante, mucha de nuestra historia tuvo que ver con la Zona del Canal. La Operación Soberanía, el 9 de enero de 1964, y la lucha por devolver el canal a manos panameñas, todo se dio por el Tratado Hay-Bunau Varilla, que creó la Zona del Canal para siempre.

El Tratado Hay-Bunau Varilla es conocido como el tratado de Panamá que ningún panameño firmó. Y con la Zona del Canal tuvimos uno de nuestros mayores retos y luchas para recuperar el país por completo. Nadie se imaginó todo lo que vendría por una conversación y un pacto, en secreto, en el cuarto de un hotel.