El presidente ucraniano Volodímir Zelensky lanzó una fuerte declaración este miércoles asegurando que el líder ruso Vladimir Putin “morirá pronto”, en medio de especulaciones sobre la salud del mandatario ruso y negociaciones para un posible alto el fuego.
Zelensky destacó que la situación actual es uno de los momentos más peligrosos y subrayó la importancia de mantener la presión sobre el Kremlin. “Es muy importante que Estados Unidos no ayude a Putin a salir de este aislamiento global ahora”, agregó el presidente ucraniano.
Rumores sobre la Salud de Putin
Las declaraciones de Zelensky surgen en medio de rumores crecientes sobre la salud de Putin. Los informes apuntan a posibles problemas de salud graves, incluyendo accidentes cardiovasculares, cáncer y Parkinson. El exasesor del Kremlin Abbas Gallyamov sugirió que Putin podría haber sufrido un miniaccidente cerebrovascular en 2022, basándose en temblores involuntarios y rigidez al caminar.
A pesar de estos rumores, el Kremlin ha rechazado repetidamente las afirmaciones sobre el estado de salud de Putin, calificándolas de “bulos” y asegurando que el presidente ruso goza de buena salud.
Continuación de las Negociaciones
Por su parte, Putin sigue manteniendo que las fuerzas rusas tienen la “iniciativa estratégica” en el conflicto con Ucrania y planteó nuevamente la posibilidad de establecer una “administración transitoria” en Ucrania bajo los auspicios de la ONU, con la participación de Estados Unidos, Europa y otros actores internacionales.
A medida que continúan las conversaciones en Qatar sobre una posible tregua, tanto Rusia como Ucrania se acusan mutuamente de violar los términos del acuerdo limitado alcanzado en el mar Negro.
Zelensky también advirtió sobre la posible desestabilización interna en Rusia si la presión internacional sobre Putin aumenta: “Si presionan a Putin, se enfrentará a una desestabilización en su sociedad y la temerá,” dijo en una reciente reunión con líderes europeos en París.
Lo que Está en Juego
El futuro de Ucrania, Rusia y la región sigue siendo incierto, con la comunidad internacional observando de cerca los movimientos políticos y militares en el terreno. Mientras la tensión sigue aumentando, todos los ojos están puestos en las próximas decisiones de los líderes mundiales y cómo podrían cambiar el curso de la guerra.