El Gobierno chino aseguró este martes que las recientes interrupciones en las entregas de aviones de la compañía estadounidense Boeing a aerolíneas del país asiático son consecuencia directa de los aranceles impuestos por Estados Unidos, que han afectado gravemente al comercio y la inversión entre ambos países.
En respuesta a informaciones sobre la devolución a EE. UU. de tres aviones Boeing 737 MAX preparados para ser entregados a compañías chinas, la portavocía del Ministerio de Comercio afirmó que tanto las aerolíneas del país como el fabricante estadounidense “se han visto gravemente perjudicados” por las tensiones comerciales.
“El uso de aranceles por parte de EE. UU. ha alterado la estabilidad de las cadenas de suministro globales, especialmente en el sector aeronáutico, y ha dificultado el desarrollo normal de las actividades comerciales y de inversión”, declaró la cartera comercial en un comunicado.
La declaración se produce días después de que el expresidente estadounidense Donald Trump criticara al gigante asiático por frenar la recepción de los aviones de Boeing, al afirmar en su cuenta de Truth Social que “Boeing debería castigar a China por no aceptar los aviones impecablemente terminados que China se comprometió a comprar”.
Pekín subrayó que China y Estados Unidos han mantenido una cooperación “mutuamente beneficiosa” en el ámbito de la aviación civil durante años, y expresó su disposición a continuar apoyando la colaboración entre empresas de ambos países.
El gigante asiático pidió además a Washington que “escuche las voces del sector privado” y cree un entorno “estable y predecible” que permita el desarrollo normal del comercio bilateral.
Desde comienzos de este mes, China y Estados Unidos mantienen aranceles mutuos superiores al 100 %. Pese a que las autoridades estadounidenses han asegurado que se están produciendo negociaciones con sus contrapartes chinas para lograr un acuerdo comercial, Pekín lo ha negado reiteradamente.