El Partido Liberal de Canadá se alzó con su cuarta victoria consecutiva en las elecciones federales celebradas el lunes, marcando un nuevo capítulo político liderado por Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, quien debuta en la arena política con una victoria contundente, pero aún sin mayoría confirmada.
Según las proyecciones de la Corporación Canadiense de Radiodifusión (CBC), los liberales han asegurado suficientes escaños para formar gobierno, aunque persiste la incógnita sobre si lograrán la mayoría absoluta en el Parlamento. La jornada electoral estuvo marcada por una fuerte participación en las provincias atlánticas, Quebec y Ontario, donde los primeros resultados mostraron una clara inclinación hacia el oficialismo.
En la sede de campaña liberal en Ottawa, cada actualización del conteo provocó celebraciones eufóricas entre los simpatizantes, quienes recibieron con entusiasmo la posibilidad de continuar al mando del país, ahora con una nueva figura al frente. Carney, quien durante años fue una figura respetada en el ámbito financiero internacional, se mostró agradecido por el respaldo ciudadano y prometió un liderazgo “responsable, transparente y dialogante”.
Sin embargo, el escenario político no será sencillo. De confirmarse que no alcanzan la mayoría absoluta, Carney se verá obligado a tejer alianzas, posiblemente retomando los acuerdos informales con el Nuevo Partido Democrático (NPD) para garantizar la aprobación de leyes clave, como ya ocurrió durante la legislatura anterior.