El presidente Donald Trump reveló a bordo del Air Force One que el multimillonario y asesor presidencial Elon Musk dejará su cargo en la administración “probablemente en unos meses”. El anuncio alimenta las crecientes especulaciones sobre el futuro del empresario dentro del círculo más cercano del mandatario.
“Elon es fantástico”, afirmó Trump ante un grupo de periodistas. “Pero tiene varias empresas que dirigir”, agregó, en alusión a los múltiples compromisos que el empresario mantiene al frente de gigantes tecnológicos como Tesla, SpaceX y la red social X (anteriormente Twitter).
Aunque no se precisaron detalles sobre la fecha ni las razones oficiales de su salida, en los pasillos de Washington ya se venía hablando de un distanciamiento progresivo entre Musk y el aparato gubernamental. Fuentes cercanas a la Casa Blanca señalan que el propio Musk habría expresado su interés en concentrarse en sus compañías, especialmente ante los nuevos desafíos tecnológicos y económicos que enfrenta el sector.
Elon Musk, considerado por muchos como una de las figuras más influyentes e impredecibles del entorno político y empresarial estadounidense, ha tenido un rol disruptivo como asesor informal del presidente, interviniendo en temas de inteligencia artificial, exploración espacial y regulación tecnológica.
Esta posible salida marcaría un giro importante en la dinámica de poder dentro de la Casa Blanca, especialmente en lo que respecta a la influencia del sector privado en decisiones gubernamentales.