EL VIDEO QUE DESTAPÓ EL INFIERNO
Una estudiante de 17 años en prácticas fue quien tuvo el valor de grabar la escena. Tres minutos que helaron la sangre: una cuidadora de 45 años, identificada como Raquel, sujetó con violencia a una bebé contra la pared mientras le metía la cuchara a la fuerza. “¡No me escupas la comida, que la tragues!”, gritaba mientras golpeaba la cabeza de la pequeña. La niña lloraba desconsolada. Las demás cuidadoras… solo miraban. Algunas hasta se reían.
DETENIDAS, PERO LIBRES
La Policía Nacional arrestó primero a Raquel, y luego a otras dos cuidadoras y a la directora del centro. Están acusadas de maltrato de obra sin lesiones, trato degradante y omisión del deber de socorro. Sin embargo, la jueza las dejó en libertad provisional con medidas cautelares:
Prohibición de acercarse a menores.
Prohibición de trabajar con niños.
Obligación de firmar en el juzgado cada mes.
Esto desató aún más la furia de los padres que estaban en los juzgados. Algunos las encararon directamente.
TESTIMONIOS Y SOSPECHAS MÁS GRAVES
Según la joven denunciante, Raquel no solo se ensañaba con una niña, sino que tenía un patrón violento contra varios pequeños: gritos, empujones y amenazas para obligarlos a comer. Otra trabajadora también fue señalada por vejaciones. La denuncia apunta que las demás cuidadoras sabían lo que pasaba y no solo no intervinieron, sino que se burlaban. Padres han confirmado que varios niños temían a Raquel y sospechan que las agresiones eran constantes.
INDIGNACIÓN TOTAL EN TORREJÓN
Desde que el caso se hizo público, decenas de familias han exigido el cierre del centro y justicia para los bebés. El Ayuntamiento de Torrejón ha solicitado una investigación urgente a la Comunidad de Madrid. También ha habilitado apoyo para reubicar a los niños en otras guarderías, y está disponible para asesorar a los padres afectados. Por su parte, la Consejería de Educación abrió un expediente para revisar el funcionamiento del centro, que este viernes no abrió sus puertas.
¿UNA GUARDERÍA BAJO SOSPECHA?
Cascanueces llevaba más de 20 años operando, pero los vecinos dicen que desde que cambió de manos hace cuatro años, algo cambió. “Antes las persianas estaban abiertas. Ahora todo era cerrado, oculto”, dicen. La investigación apenas empieza y no se descartan nuevas imputaciones si más padres presentan denuncias.