Han pasado catorce años desde aquel 29 de abril de 2011, cuando el príncipe Guillermo y Catherine Middleton unieron sus vidas en una boda seguida por millones alrededor del mundo. Hoy, en medio de un aniversario cargado de simbolismo tras el difícil año vivido por la princesa de Gales —quien anunció en 2024 su lucha contra el cáncer— la pareja ha optado por celebrar desde la acción y el compromiso social.
En la víspera de su aniversario, la Fundación Real que encabezan los príncipes anunció dos nuevas subvenciones que impactarán directamente en la comunidad de la Isla de Mull, en las Hébridas Interiores de Escocia. La iniciativa busca fortalecer espacios que promuevan la salud mental, el juego familiar y el desarrollo infantil.
El centro comunitario Aros Hall, ubicado en Tobermory, será el primero en beneficiarse. Su área de juegos “Rainydays” será transformada en una zona lúdica de juegos blandos, orientada a mejorar la conexión entre padres e hijos. El proyecto contará con el apoyo de la cooperativa local, parte del Grupo de Trabajo Empresarial de la Fundación, que se encargará del equipamiento.
La organización benéfica Home-Start Lorn, que ya utiliza ese espacio con frecuencia para apoyar a familias, será clave en esta transformación. Además, durante su visita a la isla este martes, los príncipes conversaron con los responsables del programa “Shaping Us”, impulsado por Kate para visibilizar la importancia de los primeros años en la infancia.
La fecha no solo representa un aniversario matrimonial, sino también el compromiso renovado de la pareja con causas sociales que reflejan su visión de futuro como reyes. Guillermo y Kate, padres de tres hijos, demuestran una vez más que su rol va más allá de los deberes protocolares, al centrar sus esfuerzos en el bienestar de las nuevas generaciones.