Alexander Pichushkin, uno de los asesinos en serie más notorios de Rusia, vuelve a estremecer al país. A sus 50 años, y desde su celda donde cumple cadena perpetua, ha manifestado que está dispuesto a confesar 11 nuevos homicidios cometidos entre 1992 y 2006. La revelación fue confirmada este sábado por el Servicio Penitenciario Federal, que no precisó si ya se ha abierto una nueva investigación formal.
Conocido como “el asesino del tablero de ajedrez”, Pichushkin fue detenido en 2006 y sentenciado al año siguiente por matar a 48 personas —aunque siempre sostuvo que su objetivo era alcanzar las 64 casillas del tablero, una muerte por cada casilla. Sus víctimas eran principalmente personas sin hogar, alcohólicos y ancianos que frecuentaban el parque Bitsevsky, una extensa y tranquila zona boscosa en el sur de Moscú que se convirtió en el escenario de sus horrores.
Las autoridades nunca descartaron que el número real de víctimas fuera mayor, y estas nuevas declaraciones podrían confirmar lo que durante años fue solo una sospecha entre los investigadores: que el ‘juego macabro’ de Pichushkin podría no haber terminado del todo.
Hasta ahora, no se ha informado si las supuestas nuevas víctimas han sido identificadas ni si existen pruebas materiales que sustenten sus afirmaciones. Sin embargo, expertos en criminología no descartan que Pichushkin esté buscando protagonismo o negociaciones internas desde la prisión.
De confirmarse estos 11 nuevos asesinatos, Alexander Pichushkin escalaría en la lista de los asesinos en serie más letales del siglo XXI, superando incluso a otros nombres oscuros como Andrei Chikatilo, también ruso, quien fue ejecutado en 1994 tras ser declarado culpable de 52 asesinatos.