En medio del caos y la violencia que devoran Haití, la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado la suspensión temporal de dos de sus hospitales en la capital, Puerto Príncipe, luego de que un convoy suyo fuera blanco de un ataque armado. Cuatro vehículos fueron interceptados, tres de ellos recibieron al menos 15 impactos de bala. Milagrosamente, ningún miembro del personal resultó herido de gravedad.
“Las agresiones han sido repetidas y cada vez más intensas. Esto demuestra que el acoso hacia los servicios de salud y hacia nuestra organización es real”, alertó Gabriel Mayorga, responsable de Asuntos Humanitarios de MSF en Haití. La decisión, que entra en vigor desde el 8 de abril, implica el cierre del centro de urgencias en Turgeau y el hospital de traumatología en Carrefour, por un periodo inicial de tres meses.
La medida se toma en un contexto donde el sistema público de salud ya colapsó. Según la Cruz Roja Internacional, las escuelas permanecen cerradas, los servicios esenciales están paralizados y las bandas armadas continúan sembrando el terror. En los últimos días, al menos 75 personas han muerto producto de los enfrentamientos entre grupos criminales y fuerzas gubernamentales.
Mayorga detalló que desde 2024 se vienen registrando agresiones, amenazas e incidentes de seguridad que han escalado en frecuencia e intensidad. “Hemos llegado al límite. No podemos poner en riesgo a nuestros equipos, pero tampoco abandonar a quienes más nos necesitan”, lamentó.
Aunque MSF continuará con algunos de sus otros proyectos en la ciudad, la organización exigió garantías mínimas de seguridad para operar. “Esperamos que todos los actores nos brinden respeto para seguir atendiendo a víctimas de violencia, desplazados internos y sobrevivientes de violencia sexual”, sostuvo Mayorga, quien insistió en que la población más vulnerable no puede quedar desamparada.