En las noches grandes de Champions League, siempre aparece un nombre que queda grabado en la historia. Esta vez fue Yann Sommer. El arquero suizo fue la figura que el Inter necesitaba para mantener vivo el sueño de levantar la Orejona. Su actuación ante el Barcelona fue épica, al punto que se convirtió en el antídoto perfecto para frenar a un rival que se negó a morir hasta el último segundo.
Yann sommer
— Farouk ( i am jose mourinho ) (@Mtaktek_) May 6, 2025
6/5/2025 pic.twitter.com/SyEOIfkkIp
En un duelo que tuvo de todo, el Inter parecía tener el partido controlado tras ponerse 2-0 en el primer tiempo. Sin embargo, la reacción del Barça fue monumental. Eric García, Dani Olmo y Raphinha dieron vuelta al marcador en la segunda mitad y colocaron a los azulgranas a las puertas de una gesta heroica.
Pero allí estaba Sommer para negarles el festejo.
El suizo voló para ahogar los gritos de gol en varias oportunidades. Incluso en el minuto 88, cuando Raphinha marcó el 2-3, Sommer ya había salvado dos remates claros. Y cuando Lamine Yamal, que fue un dolor de cabeza constante para la zaga italiana, tuvo la victoria en sus pies, fue el palo el que acompañó al arquero en la jugada más dramática.
El Inter, que parecía tambalearse, se sostuvo en las manos firmes de Sommer.
Acerbi empató en el descuento y Frattesi, en la prórroga, sentenció el pase a la final en Múnich. Pero el verdadero arquitecto de la clasificación fue Sommer, quien tapó hasta el cansancio y se ganó la ovación de todo San Siro.