Kevin Durant se viste ahora de Rocket.
A sus casi 37 años, el alero suma su sexto equipo en la NBA, dejando atrás una etapa opaca con los Suns. Aunque sus promedios se mantienen sólidos —26,6 puntos por partido el año pasado—, su impacto en la cancha ya no se traduce en resultados colectivos.
Los Rockets, que volvieron a playoffs tras cuatro años, lo fichan en busca de veteranía y talento.
Pero en el camino sacrificaron a piezas clave como Jalen Green y varios picks valiosos. Durant llega con un historial reciente que preocupa: desde 2019 no supera la primera ronda y ha salido por la puerta trasera de sus últimos equipos.
En Oklahoma lo olvidaron, en Golden State rompió una dinastía, y en Brooklyn y Phoenix nunca encajó del todo. Houston podría ser su último intento por cambiar la narrativa. Pero el tiempo no perdona... y los títulos tampoco.