El Yankee Stadium se convierte esta semana en el epicentro del poder jonronero en las Grandes Ligas.
Aaron Judge, ídolo de los Yankees, se mide a Cal Raleigh, el sorpresivo slugger de los Mariners de Seattle, en una serie que podría definir no solo la clasificación a postemporada, sino también quién liderará la Liga Americana en jonrones.

Raleigh llega con 35 cuadrangulares.
Superando incluso a Shohei Ohtani (30) y Eugenio Suárez (28). Lo más impresionante: ya rompió récords históricos para su posición. Ningún receptor había alcanzado esa cifra antes del Juego de las Estrellas. Con seis partidos restantes antes del receso, incluso tiene una mínima chance de igualar los 39 jonrones de Barry Bonds previos al All-Star, marca establecida en 2001.

Aaron Judge, por su parte, ha disparado 33 jonrones y está en ritmo para alcanzar (otra vez) los 62 que lo consagraron en 2022.
Pero a diferencia de Raleigh, Judge enfrenta un obstáculo extra: los lanzadores rivales lo esquivan. Ha recibido 23 bases por bolas intencionales, la cifra más alta desde Mike Trout en 2018.
Los números impresionan:
Ambos jugadores están por encima del ritmo que llevaba el propio Judge en 2022 cuando rompió el récord de la Liga Americana. Aun así, las circunstancias son distintas. Raleigh enfrenta el desgaste de la receptoría y juega en un estadio como el T-Mobile Park, hostil para los jonrones. Judge, en cambio, juega en el amigable Yankee Stadium, pero rara vez recibe lanzamientos buenos.