Envuelta en un vestido nupcial impecable, con un velo que ondea al ritmo del viento, una mujer apareció nuevamente en distintos puntos de la ciudad durante el día, dejando tras de sí un rastro de miradas sorprendidas y murmullos inquietos.
Desde avenidas transitadas hasta estaciones del metro, su figura fue vista por decenas de personas, algunas de las cuales alcanzaron a fotografiarla antes de que se desvaneciera entre la multitud.
Las imágenes inundaron las redes sociales y dieron paso a todo tipo de teorías. Para algunos, se trata de la misma mujer que, desde hace años, vaga sin rumbo por la capital vestida de novia o con trajes de gala, siempre sola y con la mirada perdida. Otros creen que es parte de una elaborada campaña de marketing.
Sin embargo, la versión más perturbadora es también la más repetida: que esta “Dama de Blanco” fue abandonada en el altar hace mucho tiempo, no porque el novio tuviera dudas, sino porque jamás llegó. Según el rumor más extendido, el hombre perdió la vida en un trágico accidente camino a la ceremonia, dejando a la joven frente a un altar vacío y a un destino que se quebró para siempre. Desde entonces, dicen, ella quedó atrapada en ese instante, repitiendo su tragedia como un eco eterno.
Un hombre asegura que fue su pareja en el pasado y que, en una ocasión, se la encontró por casualidad. Según relata, la saludó con afecto, pero ella lo miró fijamente sin pronunciar palabra, como si no lo conociera. En sus ojos, dice, había un vacío inquietante, una ausencia de humanidad, como si delante de él estuviese otra persona… o algo más.
Para algunos, su historia evoca la leyenda detrás de la canción En el muelle de San Blas de Maná, aquella mujer que vistió de novia esperando por un amor que nunca regresó. Pero, a diferencia de la romántica tristeza de la canción, la presencia de esta Dama de Blanco inspira algo más sombrío, como si lo que espera… jamás deba llegar.
Aunque en esta ocasión su aparición fue a plena luz del día, hay quienes afirman haberla visto también de noche, de pie bajo faroles titilantes o cruzando avenidas desiertas, con su silueta blanca fundiéndose en la penumbra.
👰♀️ La Dama de Blanco volvió a aparecer… y esta vez, a plena luz del día.
— Mi Diario Panamá (@MiDiarioPanama) August 9, 2025
Su vestido nupcial, impecable, contrastaba con la expresión vacía de su rostro. Caminó por avenidas, estaciones del metro y paradas de buses como si buscara algo… o a alguien.
Las redes estallaron:… pic.twitter.com/RVEB415ewi
Si bien algunos apuntan a que podría tratarse de un caso grave de trastorno mental, lo cierto es que la figura de esta novia errante ha traspasado la barrera de lo real para convertirse en un mito urbano vivo. Y como todo mito, su historia no termina… simplemente espera el próximo lugar para volver a aparecer.