Una toma, una cima: la hazaña de Ma Chunlin en el Everest
El monte Everest ha sido filmado desde todos los ángulos, pero lo que logró Ma Chunlin en mayo de 2025 es simplemente histórico. El fotógrafo chino de 29 años capturó por primera vez toda la ruta de la cara norte del Everest, desde el Campamento Base Avanzado (ABC) hasta la cima, en una sola secuencia de dron, sin cortes.
Una proeza que le tomó cinco años de preparación.
Ma se especializa en fotografía de montaña a gran altitud. Su obsesión comenzó en plena pandemia, cuando grabó por partes la ruta, pero su sueño siempre fue una toma continua. Lo intentó en 2021 y 2024 sin éxito. En uno de esos intentos, su dron cayó desde los 8.300 metros. Pero no se rindió.
Este año, el 19 de mayo, encontró la “ventana dorada”: cielos despejados, vientos calmados y escaladores en ruta. A las 6:55 a.m., desde los 6.490 m del ABC, activó el dron. La grabación capta todos los puntos icónicos: el Collado Norte, el Campamento 2, la empinada cara norte, los tres famosos escalones y finalmente, la cima del mundo.
Durante el vuelo, Ma perdió contacto con el dron justo al llegar a la cumbre.
Pero la función de regreso automático se activó y recuperó el dispositivo. El resultado: un video impresionante y pionero que ha sido reconocido oficialmente por autoridades chinas. “Nada es imposible”, escribió Mao Ning, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Otros buscan recrear igualmente sus hazañas con un dron.
Otros aventureros ya se inspiran en la proeza de Ma Chunlin. Fotógrafos y cineastas extremos de todo el mundo preparan sus propios intentos para replicar, y hasta superar, su hazaña con drones en otras cumbres legendarias.
Climbing above the clouds on Ama Dablam in the Himalayas, of Nepal.
— Gesman Tamang (@GesmanTamang) August 28, 2024
While Mt #Everest holds the title of the world's highest peak (8848.86m) Ama Dablam is respected by climbers for its technical challenges and diverse terrain. pic.twitter.com/QkJLUBwJXW
Por capturar montañas en una sola toma aérea ha despegado, con pilotos entrenando en condiciones extremas y diseñando rutas milimétricamente planificadas. El Everest ya encendió la mecha, y ahora el cielo es el límite.
Este logro no es solo un hito tecnológico, sino una obra de arte visual que retrata como nunca la majestuosidad del Everest y muchas otras extremas cumbres en el mundo.