Paradójicamente, los jóvenes han venido adquiriendo un cada vez mayor protagonismo en el ámbito político y una creciente alienación laboral. En 20 años (2004-2024), ampliamos el Canal, el Producto Interno Bruto (PIB) se quintuplicó, sextuplicamos la deuda externa, se generaron 711,457 nuevos empleos y el Estado invirtió más de $38,674 millones en Educación, pero los jóvenes entre 15 y 29 años pasaron de representar 1 de cada 4 nuevos empleos, a no tener participación en la expansión laboral de la economía.
Hemos construido una economía “hostil” hacia los jóvenes
El destino de los jóvenes en el ámbito laboral parece haberse sellado cuando como país “decidimos” que la paz social no se logra con confianza, inversión y empleo, sino aumentando el gasto público con plata prestada.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), entre el 2004 y 2012, la deuda externa panameña creció $654.25 millones por año, en una economía donde 4 de cada 5 nuevos empleos fueron asalariados del sector privado (cotizantes de la CSS), 1 de ellos era un joven entre 15 a 29 años de edad.
Pero entre agosto 2012 y octubre 2024 se perdieron 24,174 empleos formales del sector privado, al tiempo que agregamos 63,044 funcionarios y 264,153 informales a la economía. Cada trabajador asalariado que perdió su empleo en ese lapso fue reemplazado en la economía por 3 funcionarios y 10 informales.
En esos 12 años, la deuda externa pasó de $14,567 millones a $53,736 millones, a razón de $3,264 millones/año, 5 veces más que el ritmo de endeudamiento 2004-2012. Más aún, entre el 2019 y 2024 nos endeudamos a razón de $5,425 millones anuales (8 veces más).
La participación juvenil en la expansión del empleo fue cayendo, de 23% (2004-2012), a 11% (2012-2014), 8% (2014-2019) a 0% (2019-2024). De hecho, en los últimos 5 años, 10,542 jóvenes perdieron sus trabajos.
Hoy, 3 de cada 5 nuevos empleos son informales y 2 son funcionarios. Hipotecamos la economía para financiar funcionarios e informales, con los jóvenes llevándose la peor parte.

Los jóvenes están incursionando en el mercado laboral sin estar preparados
Según el más reciente Informe Laboral del INEC (octubre 2024), la escolaridad promedio del trabajador panameño (a) entre 15 y 29 años es de 10.7 años aprobados, 1 año menos que la media de escolaridad de la fuerza laboral del país, lo cual sugiere que los jóvenes están incursionando en el mercado laboral sin haber completado sus estudios de Bachillerato, máxime cuando las dos terceras partes de los empleos en la economía provienen de sectores que requieren niveles de escolaridad inferiores a los 12 años.
Estos sectores incluyen Comercio (11.4 años), Industria (10.1), Construcción (9.9), Logística (11.4), Hoteles & Restaurantes (10.9), Actividades administrativas (9.8) y Otras actividades de servicio (11.4).
60% de los empleos que hoy tienen los jóvenes son informales (INEC, octubre 2024), y aquellos que obtienen empleos formales, lo hacen con salario promedio de $698.14 mensuales, $35.87 menos que el salario promedio en la economía ($734.01).
El fiasco minero agravó la situación
La repentina interrupción de $900 millones de compras anuales de la operación minera a 24 sectores de la economía. la disminución de $2,165 millones en financiamientos bancarios al sector productivo, producto del aumento de las tasas de interés debido a la pérdida del Grado de Inversión, y la pérdida de $1,600 millones de flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) entre 2019 y 2024, representaron la desaparición de $4,600 millones de dinero privado de la economía, al tiempo que la deuda externa aumentó en $27 mil millones en ese mismo período.
Estos eventos ocasionaron la peor catástrofe laboral después de la pandemia. Entre agosto 2023 y octubre 2024 se perdieron 54,107 empleos formales no agrícolas. El desempleo juvenil subió de 15.4% a 17.8%. Para los hombres jóvenes, pasó de 12.6% a 13.7%, mientras que para las mujeres aumentó de 19.6% a 23.4% (casi 4 puntos en 14 meses)
Más aún, entre el 2019 y 2024 la población estudiantil en edad productiva (15 a 29 años) aumentó en 39,608 jóvenes, pero hubo 99,633 espacios laborales MENOS para ellos (reducción del número de contratos de trabajo en MITRADEL 2019-2024), lo cual hace prever un agravamiento de la alienación laboral de los jóvenes a corto plazo.
Urge transmitir confianza de que invertir en Panamá es buen negocio. Sólo habrá buenos empleos y salarios donde haya inversiones. De lo contrario, los jóvenes seguirán pagando el precio.